Muchos hombres y mujeres anhelamos encontrar a la persona que reúne
todas las condiciones para ser nuestra pareja, de modo que estas
características, atributos o cualidades logren satisfacer nuestros
anhelos más recónditos.
Sin pensar que, el aspecto físico de la
persona juega un papel secundario, pues todo lo que brilla no es oro, ni
el oro puede comprarlo todo. Pero si por un instante permites que
alguien entre a tu vida, sin mirar el tipo de pelo que tiene, la
estatura, la forma de su nariz, la mancha que tiene detrás del antebrazo
izquierdo, o la verruga que se le ve en el cuello, en fin, cualquier
defecto, te darás cuenta como decía el filosofo que: “Existen razones
que la razón no entiende”
Muchas veces, aparece entre
el hombre y la mujer un misterio, una atracción especial, un
algo...escondido que desata los sentimientos, la pasión, el amor, la
coquetería para con el otro ser, asiéndote cada vez mas vulnerable, mas
sensible y reafirmando a cada instante que es la persona que tu
necesitas en tu vida, con la que quieres estar, con la que quieres
compartirlo todo: los llantos, las alegrías, los sinsabores en fin ser
dos en uno.
Lo importante no es, la belleza externa
sino, aquella que tienes que valorar mas allá de la apariencia humana o
de los convencionalismos, en torno a esto la biblia dice:
“Asimismo
que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no
con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con
buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad”. (1
Timoteo 2:9-10).
Porque en ocasiones la belleza externa
del hombre o la mujer le endurece el corazón, crea en el/ella la falsa
convicción de que son merecedores de todo y dueños del mundo, le impide
ser humilde, decender a otros niveles de conocimiento….gran error,
porque dice la Biblia:
"Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?" (Jeremías 17:9
Por eso también dice la palabra de Dios:
”Vuestro
atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de
vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible
ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante
de Dios” (1 Pedro 3:3-4).
Es muy importante a la hora
de relacionarnos o buscar pareja, tomar en cuenta tanto las cualidades
internas como las externas de la persona, ya que “No puedes amar un
cuerpo sin corazón, como tampoco puedes abrazar un corazón sin
cuerpo”(Rita Domínguez).
Es mi opinión personal que, de
la única forma que una unión (hombre-mujer), puede funcionar al 60%, es
con el acoplamiento de ambos en cuanto a caracteres, gustos,
preferencias, opiniones, modus vivendi o estilo de vida que a la vez te
ayudarán a lograr: la tolerancia (todos tenemos defectos y virtudes) la
armonía(calla cuando no tengas nada que decir), cultivar los buenos
hábitos (no hagas cosas que irritan a tu pareja), ser honesto (no le
ocultes nada) mantén una conversación abierta, muestra una disposición
sincera de someterte al cambio o de ajustarte a situaciones nuevas y
tratar de leer en su interior lo que el o ella espera de nosotros/as. El
otro 40% se lo dejamos a Dios.
Espero que este articulo sea de grande bendición para ti.
Rita Dominguez
Psicóloga.