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Devocionales
La risa del necio es como el estrépito de los espinos debajo de la olla. Y también esto es vanidad. Eclesiastés 7:6 ... Me regocijo en tu palabra como el que halla muchos despojos. Salmo 119:162
QUÉ ES MEJOR, ¿REIR O LLORAR?
La risa es una expresión de felicidad más o menos ruidosa, es decir, traduce la alegría de vivir y el buen humor. ¿No queda impresionado al constatar la gran competencia que hay entre la radio, la televisión y el mundo del espectáculo en la creación minuciosa de bromas, escenas cómicas y emisiones cada vez más «graciosas», pero a menudo malsanas? Existe un gran número de cómicos, y muchos idolatran a sus estrellas preferidas.
Para nosotros, creyentes, existe el peligro de dejarse seducir por cosas que parecen triviales, o incluso agradables, pero que en realidad llenan un vacío espiritual con una felicidad artificial. ¡Qué pérdida de tiempo! ¡Cómo se insensibiliza nuestra conciencia! Prestemos atención a las advertencias de la Biblia: “¡Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis” (Lucas 6:25). No, la vida no es sólo diversión. No está prohibido reír, por supuesto, pero no nos dejemos anestesiar por el espíritu de despreocupación y ligereza que reina en nuestra época. El sabio Salomón dijo: “Aun en la risa tendrá dolor el corazón; y el término de la alegría es congoja” (Proverbios 14:13).
Sepamos alegrarnos en el Señor Jesús, en la lectura de la Biblia, en la oración, en la alabanza y cada vez que descubramos manifestaciones de su bondad en nuestra vida cotidiana. Entonces podremos decir a Dios: “Tú diste alegría a mi corazón mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto” (Salmo 4:7).
© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
Enviado por Nilda