¿Qué soy capaz de hacer por mí, y para mí misma?
¿Cuánto me amo a mi misma?
¿Cuánto me aprecio a mi misma?
Muy pocas veces nos hacemos preguntas así. Y nuestra pareja muy rara vez nos dice lo que nos aprecia, ama y sería capaz de hacer por nosotras… Eso sí, frecuentemente se dan los casos en los que nos hace sentir que no estamos a su “nivel”. Parece mentira, pero en pleno siglo XXI aún no se dan cuenta de que la mujer es tan capaz como el hombre y sirve para mucho más que preparar la comida y pasar la escoba por la casa.
uchos hombres esperan llegar a la casa encontrando a los nenes limpios, bien alimentados, bien cuidados… con la comida lista y en la mesa y jamás se acuerdan de dar ni siquiera las gracias.
Para las mujeres la opinión de nuestra pareja es muy importante por lo que esperamos una palabra de aliento que muchas veces no llega. Nos lleva mucho tiempo descubrirnos a nosotras mismas, nuestros propios valores y capacidades, y especialmente, nos cuesta aprender a querernos y valorarnos a nosotras mismas.
¿Cuántas veces nos domina el miedo y permanecemos calladas? Nuestros proyectos quedan suspendidos en el aire por temor a empezar, porque nos hemos acostumbrado a que nos hagan sentir y creer que no somos capaces. Tristemente, este complejo de incapacidad viene desde nuestro hogar, porque nuestros propios padres, desde el mismo seno familiar, desde muy niñas llegaron a compararnos con nuestras hermanas u otros miembros de la familia:
- “¿Por qué no aprendes de tu hermana mayor?”
- “¡Si tan sólo te parecieras a tu prima!”
- “Eres una cobarde, todo te da miedo”.
Palabras como estas, viniendo de uno de nuestros padres nos lastimaran profundamente. Lo que nos dicen se nos queda en lo profundo del corazón, haciéndonos sentir que no valemos nada, haciéndonos sentir que todas las demás son mejores que nosotras.
Somos mujeres valiosas
Aunque no es fácil despojarnos de los pensamientos negativos que hemos arrastrado de por vida, empecemos por pensar que somos mujeres valiosas, madres comprometidas y experimentadas con capacidad de la difícil tarea de criar, educar y disciplinar a nuestros hijos, de ofrecerles una casa limpia y de luchar por hacerlos felices. No olvidemos que aunque tengamos una pareja, el hombre por naturaleza es más entregado a la fuerza laboral y a proveer.
Las mujeres tendemos muchas veces a tener pensamientos negativos, no porque así lo queramos, sino porque de una u otra forma nos han implantado en la mente que tenemos limitaciones, que no somos capaces, que siempre necesitaremos de alguien para salir adelante.
Tenemos que avanzar
No permitamos que esas palabras hirientes vengan de donde vengan, nos venzan y nos limiten, no podemos seguir permitiendo que nuestros sueños y proyectos se queden congelados en el pensamiento por miedo y por creer en las palabras negativas.
No esperes más, pon manos a la obra y empieza, sin prisas, ponte como tarea cuidar de tu arreglo personal, no importa cuan sencillamente lo hagas, perfúmate, arregla tu cabello de una manera diferente y obsérvate en el espejo… Te sentirás bien y los que te rodean se sentirán bien, y tú te sentirás satisfecha. Recuerda que no es una competición, si empiezas despacio caminarás grandes distancias y tu satisfacciones serán muchas.
RECUERDA MUJER ERES BELLA YUNA DULCE CREACION DE DIOS!!!!!!!