Proverbios 31:10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
Una de las principales causas del suicidio entre las mujeres es el restarte valor a sí mismas, se sienten insignificantes, poca cosa, sin derecho a la felicidad y se sienten que están demás es este mundo. Todo parece estar mal a su alrededor y aun la gente que las ama, que las estima, sufren siendo víctimas de su descontento y frustración en la vida. Hay otra serie de influencias externas que también se unen para restarle valor a la mujer y mostrar un panorama carente de significado a su vida. Esas murallas que tú misma te has levantado a tu alrededor te están dando una imagen distorsionada de tu persona.
La Palabra citada al principio de esta reflexión fueron escritas para una madre; la escribió el Rey Lemuel. En ocasiones, no pensamos en lo que nuestros hijos piensan de nosotras, pero no debemos olvidar que somos el modelo a seguir de nuestros hijos puesto que ellos nos han visto tal y cual somos; a ellos no podemos mentirle. No hay mejor testimonio que el de un hijo!
En mi caso, soy la mas pequeña de 15 hijos que tuvo mi madre y siempre que pienso en mi madre recuerdo su valor ante la vida, mujer emprendedora, luchadora, incansable, desprendida, dedicada a su hogar; pero más que nada consagrada a Dios. Jamás olvidare aquellas citas bíblicas que escribía por cada rincón de la casa recordando la Palabra de Dios y mucho menos olvidare muchas peticiones escritas por diferentes problemas o situaciones; las escribía en algún papelito y con fecha para recordarse de orar. Cuantas batallas gano mi madre de rodillas ante Dios! Tampoco olvidare que en días de austeridad, ella dividía aun lo que ella se iba a comer con nosotros; quedándole muy poco alimento para ella. Cuantos sacrificios hizo mi madre…pero lo más hermoso de todo es que nunca la oímos quejarse, nunca tambaleo en su fe, nunca fuimos una carga para ella. Hoy descansa en el cielo; pero le doy gloria a Dios por la mujer que escogió para ser mi madre!
En ocasiones creemos que para ser heroínas hay que estar en las grandes esferas de la política, o quizás tener mucho dinero, fama o poder; pero podemos brillar aun más en nuestro hogar, en nuestra comunidad de fe y en nuestro entorno. Por supuesto, esto no se logra de un día para otro, sino con empeño y dedicación, recordando el valor que tenemos ante Dios: mucho más valor que las piedras preciosas!
Te insto a que comiences de nuevo, no permitas que una derrota te derrote. Sal de tu encierro y proyecta el amor de Dios que tienes en tu vida; no sigas siendo víctima de los engaños del enemigo. Comienza hoy…recuerda que “hoy es el primer día del resto de tu vida”! Dios te bendiga.
Por: Pastora Lucy Carmona