Durante 9 meses exactos esperé el gran momento de tu llegada, muy dentro sabía que serías mi princesita, cuando te tuve entre mis brazos por primera vez, no sabes la inmensa alegría que sentí en ese momento en mi vida, el haber escuchado tu primer llanto, ver tu bella carita sonrosada, tus deditos tan delgaditos, poder darte tu primer beso como bienvenida a este mundo, fue tan hermoso ese momento, que las lágrimas empezaron a rodar haciéndolo inolvidable, quedando guardado en mi memoria y en mi corazón.
A pesar de no haber podido disfrutar cada momento de tu infancia, de tu adolescencia, como yo hubiera querido, sé que tu lo has comprendido ahora que ya has crecido, los motivos que hicieron me fuera imposible, aunque deseara estar a tu lado todo el tiempo, me perdí tus primeros pasos, tus primeras palabras, alguna que otra travesura tuya, era por eso mismo que cada instante era tan importante para mi, quería resarcir mi ausencia, hacerte sentir que estaba a tu lado todo lo más que podía, desgraciadamente la vida suele ser así, como te he enseñado, hay que luchar para salir adelante aunque en ocasiones perdamos cosas maravillosas.
Me siento tan orgullosa, eres una mujercita con valores, mismos que han servido para formar tu carácter, haciendo de ti una persona honesta, que levanta la voz para defender al débil de las injusticias, que no tiene miedo a expresar sus ideas, siempre con la mirada al frente, has aprendido a luchar por tus anhelos, sé que alcanzarás la meta que te has trazado, por tu capacidad y el amor que tienes a esa profesión, sigue adelante mi princesita, continúa siendo esa mujercita valiente que no se deja vencer, siempre íntegra en tus acciones, nunca permitas que encarcelen tus ideales ni tu espíritu. ¡Vuela libre, surca el cielo!
Enviado por Andrea