¿Amas la Palabra de Dios?

 

“EL CIELO Y LA TIERRA PASARÁN, PERO MIS PALABRAS NO PASARÁN” (Mateo 24:35)
Uno de los primeros libros que se imprimió cuando se inventó la imprenta fue la Biblia. Y hoy en día sigue siendo el libro más vendido. Escribió un autor anónimo: “La Biblia contiene la mente de Dios, el estado del hombre, el camino de la salvación, el destino de los pecadores y la felicidad de los creyentes. Es la luz que alumbra tu camino, el alimento que te nutre y el consuelo que te alienta. Es el mapa del viajero, la brújula del piloto, el arma del soldado y el plan de juego para el jugador. Es una mina de riquezas insondables y un río de auténtica felicidad. Su doctrina es santa, sus preceptos son vinculantes, sus historias son verdaderas y sus decisiones inmutables. El tema central es Cristo, su propósito es tu bien y la Gloria de Dios su finalidad. Léela para ser más sabio, créela para tu seguridad, practícala para tu salud espiritual. Léela despacio, con frecuencia y en oración. Deja que empape tu memoria, dirija tu corazón y guíe tus pasos. La has recibido en esta vida, será abierta en el día del juicio y recordada siempre. Demanda gran responsabilidad, recompensará las buenas obras y juzgará a los que tienen en poco su contenido sagrado.”
La Biblia es “…la Palabra del Señor [que] permanece para siempre…” (1 Pedro 1:25). Casi todos respetamos la Biblia; el problema es que no la leemos a diario ni la ponemos en práctica. En medio de un debate acerca de las diversas versiones de la Biblia, un hombre comentó: ‘Yo prefiero la traducción de mi madre, porque la tradujo a su vida diaria.’ ¿Haces tú lo mismo?

fuente: devocionalescristianos.org
Enviado por Mariela

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS