Dios cambia los malos hábitos

Existen ciertos hábitos que hace que los jóvenes no tengan éxito en sus vidas, y en sus proyectos y metas.
Por la gracia de Dios es posible romper los malos hábitos y por el Espíritu de Dios también es posible adquirir los buenos hábitos que forman el verdadero carácter.
¿Cuáles son los y hábitos que convierten a los jóvenes ineficaces, sin éxito y sin perspectivas para el futuro? Lo veremos a continuación.

Habito 1: Reacciona
Échale la culpa de todos tus problemas a tu país, a tus profesores, a tus vecinos, a tu novia o novio, al gobierno y a cualquiera. Sé una victima. No te responsabilices por tu vida. Haz como un animal, si tienes hambre, come. Si te gritan, responde gritando. Si sientes ganas de hacer algo errado, hazlo y punto.

Habito 2: Comienza sin un objetivo en mente
No hagas planes. Evita las metas a toda costa. Nunca pienses en el mañana. ¿Para qué preocuparse por las consecuencias de tus actos? Vive el momento. Duerme con todo el mundo, usa drogas y ve de parranda sin parar, pues mañana podrías no estar más aquí.

Habito 3: Deja para último lo más importante
No hagas aquello que quieres que sea lo más importante en tu vida, hasta haber gastado bastante tiempo mirando TV, conversando por teléfono, navegando por el Internet y haciendo tiempo. Deja tus tareas, inclusivo los deberes, siempre para mañana. Asegúrate de que todo lo que no importa sea hecho antes de aquello que es realmente importante.

Habito 4: Piensa Gano/Pierdo
Mira la vida como una competición agresiva. Tu compañero de clase está para derrumbarte, así que pasa el rastrillo primero. No dejes que nadie tenga éxito en nada, porque si los otros ganan, acuérdate siempre que tu pierdes. Mientras tanto, si notas que vas a perder, asegúrate siempre de arrastras a alguien más al hoyo junto contigo.

Habito 5: Intenta hablar primero, después finge escuchar
Has nacido con una boca, entonces, ponla a funcionar! Asegúrate de hablar mucho. Expón siempre tu lado de la historia primero. Después de tener la seguridad de que todos entendieron tu punto de vista, finge estar escuchando, moviendo la cabeza afirmativamente y murmurando "hum-hum". O, si estuvieras dispuesto a escuchar la opinión ajena, deja bien claro que estás siendo caritativo por hacerlo.

Habito 6: No cooperes
Enfrentemos la verdad: los otros son excéntricos porque son diferentes a ti. En este caso, ¿por qué tratar de hacer amigos? El trabajo en equipo es para los perros que tiran de los trineos. Ya que las mejores ideas son siempre las tuyas, lo mejor es aislarse y hacer todo a solas. Sé una isla.

Habito 7: Desgástate
Mantente ocupado al máximo, al punto de no tener tiempo para renovarte ni para mejorar. Nunca estudies. No aprendas nada nuevo. Mantente lo más lejos posible de buenos libros, de la naturaleza y de cualquier cosa que pueda inspirarte. Evita ir a la iglesia, no asistas a las reuniones, no pierdas tiempo en orar y estudiar la Palabra de Dios, no te entusiasmes en testificar de Jesús. Mantente siempre ocupado de hacer cosas menos importantes.

Conclusión
Por la gracia de Dios es posible romper los malos hábitos y por el Espíritu de Dios también es posible adquirir los buenos hábitos que forman el verdadero carácter.
Recuerda: con Jesús eres más fuerte que tus hábitos! Tu con confianza puedes declarar: TODO LO PUEDO EN CRISTO.
Si creas el hábito de mirar y confiar en Jesús, tu vida alcanzará resultados que jamás imaginaste que fueran posibles.
Medita en estas palabras: "El cambio en el carácter, en los hábitos y en nuestro modo de actuar podrá ser visto. El contraste entre tu comportamiento pasado y presente será claro y positivo. El carácter ser revela no por buenas o malas acciones ocasionales, sino por la tendencia de las palabras y actos cotidianos" (Paz en la tormenta, Pág. 14).

"Los defectos acariciados en el trato de los pormenores de la vida, pasan a los quehaceres mas importantes. Procede según los principios a los que se acostumbró. Así las acciones repetidas forman hábitos, los hábitos forman el carácter y por el carácter se decide nuestro destino para este tiempo y para la eternidad". (Parábolas de Jesús, pág. 356).

Fuente: jóvenes cristianos.

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS