"Por
que será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la
corriente echara sus raíces y no vera cuando viene el calor, sino que su
hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigara, ni dejara de
dar fruto”.
Jeremías 17:8
Hoy mientras leía un correo sobre unos mensajes que me envían, pensaba y meditaba y El Señor me dirigió hacia este versículo.
Si
nos fijamos en los árboles, tienen raíces, esas mismas raíces hacen que
ellos estén firmes, pero el agua juega un papel importante en la vida
de todo árbol o de toda planta. Entonces meditaba en que muchas veces
nosotros como cristianos estamos alejados de nuestra fuente de vida que
es Cristo. Y es que de este versículo podemos ver la comparación de la
vida de un árbol con nuestras propias vidas en el cristianismo, pues
nosotros alejados de Dios carecemos de vida, por que El es quien nos
permite estar llenos de vigor, llenos de todo lo bueno que existe en
este mundo. Y entonces un árbol esta frondoso, lleno de vida y dando
fruto por que sus raíces están junto a corrientes de agua o por que se
le esta proporcionando agua todos los días.
Podemos
ver también lo que dice en este versículo “ y no vera cuando viene el
calor sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se
fatigara, ni dejara de dar fruto” es decir que si estamos firmes sobre
nuestra roca que es Cristo y estamos junto a El, estaremos seguros,
tranquilos, confiados, gozosos por que nuestra vida depende únicamente
de El y no de las circunstancias que nos rodean, por que El es nuestra
fuente de vida y si estamos junto a El lo tenemos todo, los problemas no
nos afectaran, las dificultades no nos harán flaquear por que sabemos
en quien hemos creído y confiado, por que esa fuente de agua es Eterna y
nunca se acaba.
Hermano
te invito a que no te alejes de tu fuente de Vida que es Cristo, pues
muchas veces los afanes de la vida nos hacen alejarnos de El y es por
ello que vivimos cansados, cargados, y sentimos que estamos a punto de
desfallecer.
Este
día decídete a plantarte junto a esa corriente de agua que te da Dios y
no moverte nunca más, por que ahí estarás mas lleno de vida que nunca.
ESCRITO: PATTY ABREGO