Cita bíblica: Juan 15:5
Una vez un joven se encontró ante una circunstancia y no sabía cómo hacerlo, el diablo le dijo "no puedes", y Dios le dijo "no puedes". Él se sorprendió de ver que Dios le dijera que no podía, pero entonces el diablo le dijo: "Yo te ayudo a hacerlo", y Dios le dijo "Yo te ayudo a hacerlo". La situación es la misma, pero el QUIÉN hace la diferencia. Debes aprender a elegir tus amistades y las personas con las que te vas a relacionar –Amós 3:3—porque esas personas que te van a influenciar tienen que ser de desafíos. Escoger personas que no sean conformistas, que quieran ir más allá de lo normal, que les guste los desafíos. A veces lo importante no es tan importante, por eso necesitas identificar qué tan importante es lo que estás haciendo. Más aún, de qué se trata lo que deseas hacer y cómo crees que lo puedes realizar, o con qué personas te vas a asociar, si es el caso y obviamente, en qué momento y circunstancia, realizarías tal o cual cosa.
Las cosas importantes cambian, por los amigos, la edad, el tiempo, pero algo que nunca debe cambiar, es el hecho de que Dios siempre sea la prioridad principal. Si tu prioridad número uno, no es Dios, entonces por más empeño que coloques en querer alcanzar mucho fruto, nunca lo lograrás. Dios debe ser tu prioridad, buscar primeramente, el Reino de los Cielos antes que cualquier otra persona o cualquier otra cosa, hará que tu vida esté cimentada sobre roca firme. Cuando tu vida está marcada por Dios, aprendes a identificar qué cosas no van con tus principios y no lo haces. Dios quiere lo mejor para ti, por más que la gente a tu alrededor, te expresen afecto, la persona que más te ama es Dios.
El Espíritu Santo es quien nos ayuda a enfrentar correctamente las situaciones. ¿Que tan importante es el Espíritu Santo para tu vida? Porque tu vida será fructífera si tienes comunión con Él. Hay cosas que tú sabes, que tienes que incluir como metas. Para alcanzar esas metas, es importante tener en cuenta:
1. Dios es quien nos da paz.
Una vez un joven se encontró ante una circunstancia y no sabía cómo hacerlo, el diablo le dijo "no puedes", y Dios le dijo "no puedes". Él se sorprendió de ver que Dios le dijera que no podía, pero entonces el diablo le dijo: "Yo te ayudo a hacerlo", y Dios le dijo "Yo te ayudo a hacerlo". La situación es la misma, pero el QUIÉN hace la diferencia. Debes aprender a elegir tus amistades y las personas con las que te vas a relacionar –Amós 3:3—porque esas personas que te van a influenciar tienen que ser de desafíos. Escoger personas que no sean conformistas, que quieran ir más allá de lo normal, que les guste los desafíos. A veces lo importante no es tan importante, por eso necesitas identificar qué tan importante es lo que estás haciendo. Más aún, de qué se trata lo que deseas hacer y cómo crees que lo puedes realizar, o con qué personas te vas a asociar, si es el caso y obviamente, en qué momento y circunstancia, realizarías tal o cual cosa.
Las cosas importantes cambian, por los amigos, la edad, el tiempo, pero algo que nunca debe cambiar, es el hecho de que Dios siempre sea la prioridad principal. Si tu prioridad número uno, no es Dios, entonces por más empeño que coloques en querer alcanzar mucho fruto, nunca lo lograrás. Dios debe ser tu prioridad, buscar primeramente, el Reino de los Cielos antes que cualquier otra persona o cualquier otra cosa, hará que tu vida esté cimentada sobre roca firme. Cuando tu vida está marcada por Dios, aprendes a identificar qué cosas no van con tus principios y no lo haces. Dios quiere lo mejor para ti, por más que la gente a tu alrededor, te expresen afecto, la persona que más te ama es Dios.
El Espíritu Santo es quien nos ayuda a enfrentar correctamente las situaciones. ¿Que tan importante es el Espíritu Santo para tu vida? Porque tu vida será fructífera si tienes comunión con Él. Hay cosas que tú sabes, que tienes que incluir como metas. Para alcanzar esas metas, es importante tener en cuenta:
1. Dios es quien nos da paz.
Si tienes un proyecto y Dios no te está dando paz, olvídate que Dios está allí, si a ti no viene paz o a tus líderes no viene paz, con relación a un asunto en particular, es porque no es el tiempo de Dios. Es importante en ese momento, buscar aún más de la presencia de Dios. Proverbios 4:23 dice que sobre toda cosa guardada, guardes tu corazón; el que tiene que guardar el corazón eres tú, no puedes pretender que Dios te guarde el corazón porque tú tienes la capacidad de hacerlo, Dios te ha dado las herramientas para guardar tu corazón.
2. Orden.
2. Orden.
Dios es un Dios de orden, no dejar las cosas a la deriva, administrar tu vida por medio de una agenda. La agenda no es apuntar todo lo que haces, sino el organizador de tu vida, tiene que ver con tus compromisos. Tienes que aprender a respetar los tiempos de Dios y responsable con todos tus compromisos. Esto te ayudará a mantenerte enfocado(a), en lo primordial y lo que trae bendición.
3. Sabiduría (Proverbios 2:10).
3. Sabiduría (Proverbios 2:10).
La sabiduría es lo único que te va a guardar de una mala compañía o de tomar una mala decisión, nunca coloques en primer lugar, lo que a ti te gusta hacer por los principios de Dios, porque Dios es quien te da la sabiduría. No es necesario aprender con golpes, es posible aprender a las buenas siempre y cuando Dios sea tu prioridad. De esta forma, te ayudará a estar siempre enfocado (a), lograrás todo lo que te has propuesto y vivirá una vida al máximo, disfrutando cada instante, siempre y cuando no te salgas de los principios de Dios porque bajo sus principios el disfrute no tiene consecuencias negativas. Si quieres ser sabio necesitas tomar dos decisiones en tu vida:
1. Recibir a Cristo en el corazón (Marcos 8:36). Esta decisión determina una de las partes principales para adquirir sabiduría.
2. ¿Qué clase de hijo de Dios eres tu? La primera decisión determina que tan eterna es tu vida, pero la segunda decisión determina que tan efectiva puede ser tu vida con los demás.Pastor: Jhon Milton Rodríguez
