Entre los discípulos de Jesús había uno que era bien inteligente; no desperdició su tiempo con el Señor pidiéndole carros, casas, fincas, novias bonitas ni nada de eso, sino que le pidió lo más importante: que le enseñara a orar. Jesús le enseño una muy conocida oración llamada “El Padre nuestro” que vamos a estudiar detalladamente:
1. Padre Nuestro que estás en los Cielos. El Dios al que le oras no está lejano, este Dios es Tu Padre y como Padre puedes tratarlo, con reverencia pero con familiaridad. Él es el más interesado en ayudarte y en tener una relación contigo. Lo puedes hacer con la familiaridad que conlleva una relación Padre-Hijo, pero sin cruzar nunca la barrera del respeto.
2. Santificado sea tu Nombre. El primer propósito que tiene la oración es que tu vida sea santificada; Dios quiere que tu le transfieras a Él la naturaleza pecaminosa que llevas para el transferirte a ti la naturaleza de santidad. Dios quiere habitar siempre en tu corazón. El propósito de la vida de oración es que la gente pueda notar que tú eres diferente a los otros, que tengas una marca en tu vida que influya a que otros la tengan.
3. Hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo. La oración conlleva una decisión de ser hijo de Dios veinticuatro horas al día, siete días a la semana; si realmente quieres que la voluntad de Dios se haga en la tierra entonces tienes que ser hijo de Dios hasta en momentos que no te conviene serlo (humanamente hablando).
4. Danos el pan de cada día. Si haces la voluntad de Dios hasta en momentos donde a tu carne no le conviene, prepárate porque cosas grandes te vendrán a tu vida, Dios traerá sobre tu vida lo necesario para que vivas hoy y aun te sobre, la carrera que quieres estudiar la tendrás, el matrimonio que anhelas lo recibirás; Dios no solo te dará dinero, sino sabiduría, inteligencia, creatividad; si Jesús dijo “pedid y se os dará”, entonces puedes pedir tranquilamente porque Jesús no miente.
5. Perdónanos así como perdonamos a quienes nos deben. Asegúrate siempre de perdonar la gente que te ha hecho daño, sino lo haces no esperes que Dios lo haga contigo. La oración no es eficaz si está acompañada de odio y resentimiento. Todos los seres humanos somos imperfectos, esto nos quita el derecho de juzgar y odiar a los demás.
EL HABLAR CON DIOS TE FORTALECE Y DA SOPLO DE VIDA!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Por: Pr Jhon Milton Rodriguez
