Necesito Consejo :
«El dolor traspasa mi corazón como
un cuchillo. Me casé en el año 1987, y al poco tiempo quedé embarazada
y tomé la horrible decisión de abortar. Crecí en una familia violenta
en la que mis padres se peleaban y se pegaban todo el tiempo. Mi mamá
siempre me dijo que, desde que yo nací, ella se empezó a llevar mal con
mi padre, y que los hijos arruinaban el matrimonio…. Ni bien salí del
lugar donde me practiqué el aborto, me sentí sucia, una basura; nunca
más volví a ser la misma…. Siempre recuerdo lo que hice, y me llena de
tristeza.»
Este es el consejo que le dimos:
«Estimada amiga:
»Si
bien la culpa de lo que usted hizo no le corresponde a su mamá, lo que
ella le dijo le hizo mucho daño a usted durante su infancia y su vida
adulta. Su mamá hizo que usted se sintiera culpable de los problemas
matrimoniales que tenía ella, y le dio a entender que la vida de ella
habría sido mejor si usted no hubiera nacido. Ese tipo de declaración
tiene el poder de infligir en un niño un daño emocional tan grave que
dura muchos años o hasta toda la vida.
»Los padres que culpan a
sus hijos por sus propios problemas tienen poca visión de futuro y son
inmaduros, egoístas y crueles…. Al parecer no tienen idea de que con
eso los están maltratando. Tales padres se encuentran tan centrados en
sus propios deseos y necesidades que sus hijos se vuelven las inocentes
víctimas que sufren las consecuencias emocionales y terminan con una
idea tergiversada de lo que son la realidad y su propia identidad. Eso
afecta gravemente la capacidad que tienen de tomar buenas decisiones.
De modo que el hijo con frecuencia oye mentalmente la condenación del
padre por el resto de su vida. Y la hija oye las palabras acusadoras de
la madre, tal como las oye usted.
»Usted tomó la horrible
decisión de abortar a su criatura. Sin embargo, usted ha aceptado la
responsabilidad de su conducta, aunque da a entender que sin duda
influyeron en esa decisión los mensajes negativos que oyó de labios de
su mamá. La culpa que siente se agudiza por la profunda tristeza de
haber perdido a un hijo, del cual no tiene fotos ni recuerdos que le
sirvan de consuelo. Ni siquiera puede hablar con otros acerca de esa
pérdida, ya que desconocen su secreto. Más bien, usted llora en
silencio y se pregunta constantemente cómo habría sido si a él o a ella
se le hubiera dado la oportunidad de vivir….
»El perdón es un
regalo de Dios, pero usted tiene que aceptarlo. Jesucristo murió a fin
de pagar por lo que usted hizo. Él recibió el castigo del pecado que
usted cometió para que usted recibiera el perdón.1 Así que pídale
perdón a Dios, acéptelo, y luego perdónese a sí misma.
»Le deseamos lo mejor,
»Linda y Carlos Rey.»
Enviado por Mariela