Y después de que hayáis sufrido un poco . . . el Dios de toda gracia, . . . os perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá. --1 Pedro 5:10.
El escritor George MacDonald escribió: "Dios ha venido a secar nuestras lágrimas. Lo está haciendo. Lo hará tan pronto como pueda; y hasta que pueda hacerlo las hará brotar sin amargura; para cuyo fin nos dice que es una bendición llorar a causa del consuelo que viene."
Mientras esperamos ese consuelo podemos estar seguros de que Dios no nos permitirá ser probados más allá de nuestra capacidad de soportar la prueba. Toda circunstancia difícil está medida con exacta precisión. Toda situación difícil está filtrada por su perfecto amor.
No vamos a sufrir ni un momento más, ni tampoco vamos a sufrir más intensamente de lo necesario. Un proverbio vasco dice así: "A una oveja muy trasquilada Dios le da viento por medida." En otras palabras, Dios no permite que los que son más vulnerables a las dificultades de la vida sean sobrecogidos por ellas.
Puede que tengas que vadear por aguas profundas; tal vez haya fuegos por los que el oro de tu carácter tenga que pasar. Pero en medio de ellos, Dios promete ser tu socio, compañero y fiel amigo. Él te "perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá" (1 Pedro 5:10).
Y luego, cuando haya terminado su obra, te llevará al cielo y enjugará todas tus lágrimas. . . para siempre (Apocalipsis 21:4).
LAS LÁGRIMAS SON MUCHAS VECES EL TELESCOPIO POR EL CUAL VEMOS EL CIELO.
El escritor George MacDonald escribió: "Dios ha venido a secar nuestras lágrimas. Lo está haciendo. Lo hará tan pronto como pueda; y hasta que pueda hacerlo las hará brotar sin amargura; para cuyo fin nos dice que es una bendición llorar a causa del consuelo que viene."
Mientras esperamos ese consuelo podemos estar seguros de que Dios no nos permitirá ser probados más allá de nuestra capacidad de soportar la prueba. Toda circunstancia difícil está medida con exacta precisión. Toda situación difícil está filtrada por su perfecto amor.
No vamos a sufrir ni un momento más, ni tampoco vamos a sufrir más intensamente de lo necesario. Un proverbio vasco dice así: "A una oveja muy trasquilada Dios le da viento por medida." En otras palabras, Dios no permite que los que son más vulnerables a las dificultades de la vida sean sobrecogidos por ellas.
Puede que tengas que vadear por aguas profundas; tal vez haya fuegos por los que el oro de tu carácter tenga que pasar. Pero en medio de ellos, Dios promete ser tu socio, compañero y fiel amigo. Él te "perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá" (1 Pedro 5:10).
Y luego, cuando haya terminado su obra, te llevará al cielo y enjugará todas tus lágrimas. . . para siempre (Apocalipsis 21:4).
LAS LÁGRIMAS SON MUCHAS VECES EL TELESCOPIO POR EL CUAL VEMOS EL CIELO.