Leí
de un turista francés y la impresión de su último viaje a un país
Sudamericano donde fue de vacaciones. La crítica no fue positiva, tenía
altas expectativas, había leído y escuchado maravillas sobre la
envidiable geografía y el fabuloso clima, y de su hermosa gente que se
destacaba por ser muy alegre, servicial, amable y colaboradora. Sin
embargo la realidad fue diferente, las personas aparentemente
serviciales no tenían la intención de ser "prestadores de servicio".
En general los turistas eran mal atendidos, mal tratados, nadie les daba una buena información, los negocios e instalaciones en general eran bellos, pero los horarios no se cumplían. Además se quejó de que le cobraban por todo, sin ofrecer garantías a cambio y que nadie respetaba el orden, más bien "beneficiaban" a sus conocidos y a los extranjeros o nuevos casi los ignoraban.
Nada peor para un país que se jacta de ser uno de los destinos favoritos para un viajero y de estar lleno de maravillas naturales, pero carentes de personas de un espíritu de servicio, sino llenos de un complejo de "no querer ser serviles".¡¡Nada peor que una iglesia que asegura tener la verdad, de ser seguidores de Cristo y carente de siervos!!
Jesús se dirigió a sus apóstoles y les dejó muy claro esto:
"Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos. Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos". Mc. 10:42-45
Uno de los grandes complejos (pecado), del hombre es confundir el "servicio" con el "servilismo.
Cuando el amor de Dios está en nosotros podemos tener un corazón de siervo y servir con amor. Sin embargo cuando lo hacemos sin amor, entonces eso es "servilismo", una suerte de "Cenicienta resentida".El servicio se hace por obediencia, por el deseo de "yo quiero hacerlo", el servilismo lo hace por obligación, con actitud de "tengo que hacerlo".
El servicio se hace para honrar a Jesucristo, el servilismo lo hace para llamar la atención de las otras personas.
El servicio se hace en "complicidad" y amistad con Dios, el servilismo lo hace quejándose, pensando en el "qué dirá la gente".
El servicio se ofrece voluntariamente para lo que haya que hacer, el servilismo se queja porque ese no es su trabajo, esperando que otros lo hagan, el no nació para eso.
El servicio busca glorificar a Dios y hacer un trabajo que tenga resultados eternos, el servilismo hace el mínimo esfuerzo, para obtener un resultado que le beneficie a él y es temporal.
Entonces, ¿en qué estamos somos "Cenicientas" o "SERVI-cientas"?
En general los turistas eran mal atendidos, mal tratados, nadie les daba una buena información, los negocios e instalaciones en general eran bellos, pero los horarios no se cumplían. Además se quejó de que le cobraban por todo, sin ofrecer garantías a cambio y que nadie respetaba el orden, más bien "beneficiaban" a sus conocidos y a los extranjeros o nuevos casi los ignoraban.
Nada peor para un país que se jacta de ser uno de los destinos favoritos para un viajero y de estar lleno de maravillas naturales, pero carentes de personas de un espíritu de servicio, sino llenos de un complejo de "no querer ser serviles".¡¡Nada peor que una iglesia que asegura tener la verdad, de ser seguidores de Cristo y carente de siervos!!
Jesús se dirigió a sus apóstoles y les dejó muy claro esto:
"Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos. Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos". Mc. 10:42-45
Uno de los grandes complejos (pecado), del hombre es confundir el "servicio" con el "servilismo.
Cuando el amor de Dios está en nosotros podemos tener un corazón de siervo y servir con amor. Sin embargo cuando lo hacemos sin amor, entonces eso es "servilismo", una suerte de "Cenicienta resentida".El servicio se hace por obediencia, por el deseo de "yo quiero hacerlo", el servilismo lo hace por obligación, con actitud de "tengo que hacerlo".
El servicio se hace para honrar a Jesucristo, el servilismo lo hace para llamar la atención de las otras personas.
El servicio se hace en "complicidad" y amistad con Dios, el servilismo lo hace quejándose, pensando en el "qué dirá la gente".
El servicio se ofrece voluntariamente para lo que haya que hacer, el servilismo se queja porque ese no es su trabajo, esperando que otros lo hagan, el no nació para eso.
El servicio busca glorificar a Dios y hacer un trabajo que tenga resultados eternos, el servilismo hace el mínimo esfuerzo, para obtener un resultado que le beneficie a él y es temporal.
Entonces, ¿en qué estamos somos "Cenicientas" o "SERVI-cientas"?
