¿Cómo saber si el joven que me gusta es el idóneo? Tengo miedo de perder mi verdadero amor. ¿Cómo puedo saber cuando un hombre no es el indicado para mí y para unirme conyugalmente con él? ¿Puedo pedirle a Dios por un hombre que yo quiero específicamente? ¿Cómo puedo saber quién será mi esposo? Tengo tiempo orando por esto.
Estas
son algunas de las interrogantes que muchas jovencitas se plantean
constantemente, lo cual es natural, pero primeramente debemos evitar
toda ansiedad al respecto y poner nuestra confianza en Dios.
Decidir con quién vamos a pasar el resto de nuestras vidas, es una de las decisiones más difíciles de tomar.
Esta
decisión se puede complicar más cuando no hemos recurrido a la palabra
de Dios a buscar su dirección según nuestra situación.
Debemos
recordar que no podemos tomar decisiones basadas en lo que “sentimos”,
ya que esas decisiones no siempre serán las más sabias. Así lo dice Su
palabra en Jeremías 17:9.: “Engañoso es el corazón más que todas las
cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”
Proverbios
3:6 y 8 “Fíate de Jehová de todo tu corazón; y no te apoyes en tu
propia prudencia. No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y
apártate del mal.”
Mis decisiones deben tener como base la dirección que nos da la palabra de Dios… ¿y qué dice Su palabra?
Que
no confiemos en lo que dicta el corazón (Jeremías 17:9). Hoy puedo
sentir ilusión, mañana no. En el corazón residen los sentimientos y la
palabra dice que pueden ser engañosas, un día sentimos algo, al otro día
otra cosa.
Debo
“aferrarme” a Dios de todo mi corazón (Proverbios 3:6). No apoyarme en
mi propia prudencia, considerando que me puedo equivocar, temiendo a
Dios y apartándome del mal.
Haciendo
estas dos cosas, ¿a que me está llevando Dios? A no tomar decisiones
sola, a buscar el consejo en Su palabra y en las personas que nos han
dado un buen ejemplo con respecto a este tema:
“Hijo
mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos;
porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán.” Proverbios
3:1-2. “…sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia
heredan las promesas”. Hebreos 6:12
Todas
las preguntas tienen una solución en Su palabra: ¿Cómo saber si el
joven que me gusta es el idóneo? Y ¿Cómo puedo saber cuando un hombre no
es el indicado para mí?
2
Corintios 6:14. “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos;
porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué
comunión la luz con las tinieblas?”
Salmos
1:1-2 “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni
estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha
sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley
medita de día y de noche.”
El
idóneo y el indicado para mi será aquel que también es un hijo de Dios,
con el que compartimos la misma pasión y amor por Dios; la misma visión
de servicio a Dios. El hombre indicado es aquel que es como el Salmo 1,
porque si teme al Señor, si sabe honrarlo, lo hará también conmigo.
¿Puedo
pedirle a Dios por un hombre que yo quiero específicamente? ¿Cómo puedo
saber quién será mi esposo? Tengo tiempo orando por esto.
En
la palabra de Dios podemos ver como Dios creó para Adán una esposa que
salió de su carne y sus huesos, una mujer específica para él, es decir
no le dio opciones. Sin embargo, fue una ocasión única, porque vemos al
resto de sus hijos (Abraham, Isaac, Jacob, David, etc.) escogiendo de
diferentes formas la persona con la que se unirán en matrimonio. De la
misma forma, ésta es una decisión que Dios me deja a mí, El cree que soy
capaz de escoger bien.
¿Cual
es la clave entonces para no equivocarme y escoger bien a mi esposo? Tu
relación íntima con el Señor y tu compromiso de conocer lo que Dios
tiene preparado para ti, buscando su dirección en Su palabra, ver por
medio de ella si lo que es esa persona y lo que hace está de acuerdo a
los principios de Dios.
También
recuerda que en la multitud de consejos hay sabiduría, por lo que si
buscas consejo, recurre al de los expertos. Presta mucha atención a lo
que dicen tus padres, tus autoridades, tus pastores y líderes de la
iglesia. Es fácil pensar “no lo conocen” o “no me conocen”, pero su
experiencia y su amor por ti te van a guiar a tomar buenas decisiones.
¡Estoy
segura que lo vas a lograr! Al terminar de leer estas recomendaciones
probablemente el Espíritu Santo ya te habrá hablado de esa persona en la
que has estado pensando como una opción. El te ha estado hablando y
dando dirección, por medio de Su voz o por medio de tus autoridades.
Afina tu oído, lee Su palabra y obedece la instrucción de tus padres y
otras autoridades. Puede ser que tu corazón “te dicte” lo contrario,
pero hemos aprendido que no le prestaré atención, porque es engañoso.
Sé
que escogerás bien y tendrás el matrimonio que tanto has soñado, porque
es uno de los buenos planes que tu Padre celestial tiene para ti.
Por: Pastora Sonia Luna
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