Extracto del libro: “Soy Mujer, Soy Especial”
Autora: Psicóloga. Patricia Villanueva.
Era imposible no mirarla, alta de cabellera negra, tez morena y grandes ojos color aceituna.
Su caminar erguido y orgulloso pretendía irradiar seguridad, su esbelta figura emulaba
a la actriz Julia Roberts, solo faltaba que saltara a la vista la etiqueta de su vestido diseñado por Coco Chanel.
Pocos, muy pocos diría yo, conocían a la verdadera Mariely (como sus escasos amigos
íntimos le llamaban). Una chica que se convirtió en mujer a muy temprana edad,
y digo se convirtió en mujer por la responsabilidad prematuramente adquirida en el ámbito
laboral. Tenía tan solo 16 años cuando tomó el timón del barco familiar. Luego la
rutina se apoderó de su vida, cubriendo con un velo su mirada, su destino, su propósito.
¿Qué quieres hacer de tu vida? –le pregunté. Aquella tarde lluviosa enmarcaba la sombra
de su rostro invitándola a dejarse arrastrar por el desánimo, la derrota y su falta de
éxito. “Simplemente no sé”. –contestó con desgano. –“¿Qué me hace
especial?” “Soy tan ordinaria, tan “x”, mi vida es aburrida y sin sentido. Creo que no le
intereso a nadie, no tengo relaciones duraderas ni amigos que permanezcan, vivo
al día esperando que algo cambie o alguien me rescate como a la princesa Rapunsel”.
Ante sus propios ojos, Mariel no tenía nada de especial.
Hoy los que conocen a Mariel desde tiempo atrás, admiran el cambio tan radical que
observa su persona. El brillo de sus ojos hace resplandecer su rostro. Su amplia sonrisa
apenas cabe en su ovalada y fina cara.
Los curiosos, los que no resisten su gozo, le preguntan: ¿A qué se debe ese
cambio tan repentino? ¿Acaso te has sacado la lotería?
“Algo mejor”. “Tengo un amante”.
–les contesta sonriendo.
“Que me quita el sueño”, “Me hace vivir esperanzada”. “Me hace sentir amada”.
“¡Soy Feliz!”
–casi grita emocionada.
Y tararea, guiñando el ojo: “Me enamoro de él, me enamoro de él, cada día más y más.
Me enamoro de él, me enamoro de él, cada día más y más. Es tan dulce para mí,
yo le amo a él, oh que grande amor el que Jesús me dió, me enamoro de él,
me enamoro de él, cada día más y más”.
Mariel ha conocido la verdad, ahora sabe quién es, cuál es el propósito de su vida.
Ha descubierto sus propias fortalezas y su valor como persona.
¿Qué produjo semejante cambio? ¿Magia? ¿Se hizo una limpia? ¿Tomó algún estimulante
que le produce alegría? De ninguna manera, nada puede ser tan temporal y vano
como buscar cualquiera de los recursos mencionados, si se les puede llamar recursos,
mas bien, diría yo, falsas salidas.
Mariel tomó el mejor camino. Ella al igual que nosotras necesitaba tener sentido
de pertenencia, de importancia, de valor. Buscó alternativas, pero todas la conducían
al mismo vacío existencial. Le urgía un salvador, un libertador. Que alguien la
sacara del cautiverio en que vivía y del anonimato. Y lo encontró.
Meses atrás llegó a mi oficina tocando fondo. Ya nada importaba, era como una
Blancanieves perdida en el oscuro bosque, huyendo de la malvada madrastra
que eran sus propios pensamientos que la atormentaban.
La última vez que la vi, me compartió que no solo había ascendido de puesto en su trabajo,
sino que la estaban capacitando para ocupar la Gerencia de la empresa donde laboraba.
Segura de sí misma, talentosa y libre. La relación con su familia mejoró
sensiblemente, se reconcilió consigo misma y se asocia con personas que al igual que ella
buscan vivir una mejor calidad de vida, física, mental y espiritual. Ha encontrado al
hombre con quien compartir su vida, sus sueños, su futuro, su esperanza.
“Desde que le recibí en mi corazón mi vida cambió así como el sentido de mi existencia.
Ahora me siento amada, siento que existo, que soy, que valgo. Y no dejo de
repetir cada mañana, tal como me enseñaste”: –afirma Mariel.
Soy creación de Dios.
Fui creada por Amor y con un propósito.
He sido equipada de inteligencia, talentos, virtudes y capacidades.
Tengo valor en mí misma.
Tengo una gran capacidad de perdonar y de amar.
Dios me ha dado la fuerza de voluntad para renovar mi manera de pensar,
de ser y de hacer.
Mi destino es estar completamente perfeccionada para toda buena obra.
Soy mujer, soy especial. Soy hija de Dios.
Mariel ya no pretende irradiar seguridad, ahora la emana de manera natural.
Su belleza fluye de su interior, el optimismo corre por sus venas.
No espera más ser salvada. ¡Es libre!
Psicóloga Patricia Villanueva
“Vida de Éxito en Su Palabra”
Puerto Vallarta, JAL.
México