“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y
se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca,
halla; y al que llama, se le abrirá.”
Mateo 7:7-8 (Reina-Valera 1960)
Cuando le busco siempre lo encuentro,
cuando le busco siempre recibo respuestas, aun cuando esa respuesta sea
esperar, se que todo estará bien porque si lo dice Él entonces hay nada
que temer.
Cuando le busco lo hago muchas veces
porque lo necesito, pero muchas otras por el placer de encontrarme a
solas con Él, disfrutar de su presencia es una de las cosas más
satisfactorias de la vida.
El prometió que al que pide se le dará,
al que busque encontrará, que el que llame se le abrirá la puerta, pero
eso no implica que todas las respuestas sean de nuestro agrado, pero si
implica que mientras la respuesta provenga de Él al final todo estará
bien.
¿Cuál es tu
necesidad hoy en día?, ¿Qué es eso que te amarga el día?, hoy te
pregunto: ¿Ya oraste?, ¿Ya le pediste a Dios que te ayudará en eso?,
¿Has estado constantemente en oración por eso que te preocupa?
La única forma de recibir algunas
respuesta es orando, cuando oramos somos más fuertes, cuando oramos
nuestra fe se fortalece, cuando oramos encontramos a Dios porque sus
oídos siempre estarán atentos a los voz de los suyos.
Hoy quiero invitarte a orar, a pedirle a
Dios que pueda ayudarte en eso que estás pasando. A partir de este día
comienza diariamente a interceder por eso que te aflige, estoy seguro
que Dios ha de dar una respuesta a tu situación, pero no dejes de orar,
no pares, no te aburras, no creas que es por gusto, no creas que no
tendrás resultados. No conozco a nadie que orando a Dios con corazón
sincero, no haya recibido una respuesta de Dios. Dios responde y cuando
lo hace nos da la capacidad también de aceptar su respuesta sea cual
fuere.
Ora a Dios, porque cuando oramos sin
cesar encontramos las respuestas que necesitamos y las que Dios
considera que son las apropiadas para el momento en el que estamos
viviendo.
¡Cuando le buscas con corazón sincero, LO ENCUENTRAS!
“Este pobre clamó, y le oyó Jehová,
Y lo libró de todas sus angustias.”
Salmos 34:6 (Reina-Valera 1960)
Autor: Enrique Monterroza
fuente-- http://www.devocionaldiario.com