Hace más de 3.000, Ana tuvo un encuentro con Dios. Y mediante su
dolor y tristeza, Él no sólo la cambio a ella, sino que también alteró
el curso entero de la historia de los judíos.
Ana vivió durante el
tiempo de los jueces, cuando la nación de Israel no tenía rey y se
revolcaba vergonzosamente en el pecado, la auto indigencia y la
corrupción. No obstante, no importa cuan degenerada se vuelva la
sociedad, Dios tiene su remanente fiel. En esos días, el remanente
incluía a Ana.
Ella era una mujer judía piadosa, devota, quien
estaba en una posición poco envidiable de tener que compartir su marido
con otra esposa. La mayoría de los comentaristas creen que Ana era la
primera esposa del Elcana, pero debido que era estéril, él se casó con
otra para tener hijos. Alfred Edersheim escribió “la ley dada a moisés
toleraba reglamentada la (poligamia), pero en ninguna parte la aprobaba,
y en la practica la poligamia era principalmente a los adinerados.”
En
realidad, elcana probablemente era adinerado. Cuando hizo el viaje de
23km de su hogar en Ramataim-Zofim generalmente llamado Ramá, (1 Sam
1:19) al tabernáculo en silo, pudo ofrecer un becerro- un costoso
sacrificio (1 sam 1:25).
Elcana era un levita, un descendiente de
coat, el hijo de leví, mediante el hijo de coat, Izar (1cró.6:33-38).
Estos levitas no eran sacerdotes porque no eran descendientes de Aarón
La
ley dada a moisés requería que todos los varones judíos comparecieran
ante el señor tres veces al año con sus sacrificios. Fue en estos viajes
a silo que la desgracia de ana se volvía más aguda. Aun el ardiente
amor del elcana no lograba consolarla:
“Cuando llegaba el día que
Elcana ofrecía sacrificio, daba a Pelina su mujer, a todos sus hijos y a
todas sus hijas y a cada una de sus partes, pero ana daba una parte
escogida; porque amaba a Ana, aunque Jehová no le había concedido tener
hijos.” 1 Samuel 1:4-5
Su miseria era doble: Ella no tenia hijos
en una cultura que veneraba a las mujeres fecundas y consideraba que la
esterilidad era una maldición; y su rival también la provocaba
severamente, para la fecha en que Ana vino a Silo en el relate de 1 de
Samuel, ella estaba tan deprimida que ninguno podía ayudarla. Lloraba
constantemente, no podía comer, y no podía responder a la sincera,
tierna consolación de sus esposo: “Y Elcana su marido dijo: ¿Ana, porque
lloras, porque no comes, porque esta afligido tu corazón?, ¿No te soy
yo mejor que diez hijos?, para demostrar su amor, él hasta le daba una
doble porción del sacrificio, lo suficiente para dos personas, como para
indicar que el la amaba tanto como si ella le hubiera dado un hijo.
Pero nada la ayudo. Por lo cual Ana fue al único que realmente podía
satisfacer su necesidad: El Señor. Y en amargura de alma, ella derramo
su corazón a él en el tabernáculo y prometió que si le daba un hijo, “Yo
lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja
sobre su cabeza”.
Ella es la primera persona en la escritura que
usó el nombre de Jehová Sabaoth todo lo que Ana tenia era la ley el
resto de la Biblia no se había escrito. Su uso de este nombre,
particularmente en una época cuando Israel estaba en guerra con los
filisteos, muestra que ella entendía claramente que Dios es soberano;
todopoderoso y comanda los ejércitos del cielo, así como también de
Israel.
Heli el sumo sacerdote, observo su comportamiento mientras
ella oraba y pensó que estaba ebrio. Pero luego ella explico, el se dio
cuenta de su error y le dijo, “Ve en paz, el Dios de Israel te otorgue
la petición que hay hecho”. La escritura dice que ella se fue por su
camino y no estuvo mas triste.
Dios había hablado a ana mediante
Heli. Cuando ella había llegado a su punto más bajo y necesitaba al
Señor desesperadamente, el le contesto.
Ana cuyo nombre significa
“Favor o gracia” halló favor con Dios y tubo un hijo a quien llamó
Samuel. Formado de dos palabras hebreas que significan: “oída por Dios”.
La
Biblia no dice cuantos años Ana sufrió antes de que Dios finalmente le
respondiera. Pero durante esos Años, el sin duda estaba moldeando a Ana
en la persona que el quería que fuese. Dios nunca desprecia nada de lo
que el permite a nuestras vidas, particularmente nuestro sufrimiento. El
usa todas las cosas para nuestro bien y su gloria a fin de conformarnos
a la imagen de su Hijo. El mismo Dios que contestó la oración de Ana
también puede contestar la tuya.