Cita bíblica : Salmo 37:1-2
Uno
de los grandes problemas y de las grandes luchas que siempre tendrán
los jóvenes, es que no saben esperar. El joven se deja llenar de
ansiedad muy fácilmente porque siempre quiere las cosas ya y le es muy
difícil desarrollar la paciencia.
Para eso, el
joven debe tener en cuenta que lo más importante es depositar la
confianza en Dios. Cuando la confianza está depositada en Dios, ya no
dependes de una renta, ni de el dinero que te dan tus padres, o de lo
que tienes ahorrado, tampoco dependes de las circunstancias. Ahora
dependes total y enteramente de Dios. Dios siempre te hará esperar,
recuerda la canción “Pacientemente esperé, en ti Señor… en medio, de la
angustia, ¡te busqué!”. Pero el Señor no te hace esperar porque sea
malo, o lento, etc. El Señor te hace esperar porque QUIERE QUE APRENDAS A
ESCUCHARLO.
Cada vez que quieras algo y estés desesperado recuerda algo: Tienes un Papá que lo creó todo y el sabe el momento adecuado.
En
la Biblia, muchos hombres fue demorada su recompensa, pero tarde que
temprano llego: Abraham recibió la promesa de su hijo veinte años
después de la promesa y muchísimos siglos después recibió la promesa de
las naciones incontables como las estrellas; José recibió lo que soñó
(11 estrellas, el sol y la luna de rodillas ante él) muchos años después
del sueño; Dios prometió a Rebeca que su hijo mayor serviría al menor y
cuarenta años después, Jacob recibió la bendición de su Padre; El
pueblo de Israel conquistó la tierra prometida cuarenta años después de
lo prometido; y así mismo fue Gedeón, David, y hasta el mismo Jesús tuvo
que esperar 30 años para iniciar su testimonio.
Aunque
para nosotros el momento adecuado es ahora, para Dios el momento
adecuado es cuando sabe que sus hijos no van a resultar heridos, sea
porque se demoró mucho o porque fue muy rápido.
Dios
tiene cada etapa de nuestras vidas controlada, desde la niñez hasta la
vejez y no debes apresurarte a vivir las etapas de tu vida alocadamente.
Recuerda que Filipenses 4:6 dice “Por nada estéis afanados, sino sean
conocidas sus peticiones delante de Dios”.
Siempre
que un joven se aparta del camino de Dios, es porque no sabe esperar;
porque quiere tenerlo todo ya, pero como no lo tiene, deja de confiar en
Dios; pero aquí cabe una pregunta muy particular, ¿De que sirve ganarlo
y tenerlo todo, si se pierde tu alma?
¿De que te
sirve tener mucho dinero, si para hacerlo debes hacer cosas incorrectas
que a la final te roban la salvación? ¿De que te sirve tener un rato de
placer con una mujer, si a la larga eso atrae maldición a tu vida? ¿De
que te sirve estar en fiestas, con tus “amigos”, pasándola “bueno” si a
la larga, eso no llena tu corazón sino que lo deja vacío?
Tú
no puedes creerle a este sistema; tienes 18 años y ves a jóvenes de 18
años con novia en la televisión y ves que tienen relaciones sexuales y
les ves “caras felices” y en tu corazón hay confusión. ¡NO CREAR A ESTE
SISTEMA! Esa no es la verdadera felicidad; el enemigo quiere traer
confusión a tu vida haciéndote creer que eso es lo correcto, pero no es
cierto. Ves en la televisión hombres en carros lujosos, armados y con
muchas mujeres “hermosas”, traficando con droga y teniendo todo lo que
siempre quieren, y en tu corazón hay confusión porque crees que es lo
correcto, pero no es cierto.
No te dejes confundir
por este sistema, porque el enemigo, el ladró solo vino a hurtar, matar y
destruir. No te dejes engañar, sino que vence con el bien al mal.
Por: Pastor Jhon Milton Rodriguez