No te jactes



"...POR LA GRACIA DE DIOS SOY LO QUE SOY; Y SU GRACIA NO HA SIDO EN VANO PARA CONMIGO..." (1 Corintios 15:10)

 

Si tienes la bendición de que te ha ido bien en la vida, lee estas palabras de Pablo y hazlas tuyas: "...Por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo..." (1 Corintios 15:10). Todo lo bueno que tienes ahora y todo lo que tendrás en el futuro viene de Dios. ¡Nunca lo olvides! A lo mejor piensas: 'Un momento, trabajé muy duro para llegar aquí. ¿No merezco que se me reconozca?' Sí; la Biblia dice: "Pagad a todos lo que debéis... al que respeto, respeto; al que honra, honra" (Romanos 13:7). Pero el elogio en sí es peligroso. El cuerpo humano es un ejemplo increíble de reacción química: si le das una palmadita a alguien en la espalda, su cabeza empieza a agrandarse. Alguien comentó: "Los elogios son como el perfume; si lo bebes, te matará". Por eso Pablo nos da esta recomendación tan apropiada: "... ¿Y qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías...?" (1 Corintios 4:7).

                 
Un día el rey Nabucodonosor se sintió tan importante que presumió  diciendo: "¡Qué grande es Babilonia! ¡Yo fui quien la hizo grande y hermosa, para mostrar mi poder a todo el mundo!"  (Daniel 4:30 TLA). Pero Dios interrumpió ese momento de arrogancia y le despojó de su reino, de su cordura y el rey acabó viviendo como un animal salvaje. Solamente después de arrepentirse y de reconocer que Dios reinaba sobre todo, Él le devolvió la cordura y el reino. Corregido, humillado y con conocimiento de la verdad, se arrodilló y confesó: "...Yo, Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo y mi razón me fue devuelta; bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre..." (Daniel 4:34). La jactancia es una especie de locura; ¡no te jactes!

 

 

Por Bob y Debbie Gass, con la colaboración de Ruth Gass Halliday


  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS