Quitarnos la Camisa de nuestra espalda: la Ofrenda de Generosidad

Romanos 12:8b

el que reparte, con generosidad...

Pensamientos del Día:

Hace unas semanas, nuestro comité de finanzas de la iglesia analizaba cómo podríamos tratar con un problema de aparcamiento (el resultado del incremento de la asistencia). Una de las ideas lanzadas fue un puente de acero a y desde un terreno cercano. Por supuesto tendríamos que observar el costo de hacerlo, y cómo podría ajustarse a nuestro presupuesto corriente. Hasta que el pastor de nuestra iglesia dijo, "yo tuve recientemente una familia que ofrece proporcionar apoyo financiero para solucionar nuestro problema de aparcamiento. Su ofrenda nos alcanzaría al menos durante este año - si decidiéramos hacer el puente aéreo - pero primero oremos y busquemos la voluntad de Dios en esto." Paramos entonces y pedimos a Dios Su dirección y solución, agradeciéndole Su provisión como expresaba la ofrenda generosa de la familia.

La ofrenda de generosidad opera justamente de esta forma - aquellos con el regalo ven una necesidad e inmediatamente piensan en una solución financiera o materialmente práctica. En el ejemplo anterior, la familia vio un problema de aparcamiento y ofreció el apoyo financiero específico para solucionar el problema. Sin embargo, hay quienes hacen su ofrenda complicada y con demasiadas restricciones. En nuestro pasaje hoy, Pablo nos dice que si tenemos esta ofrenda deberíamos ejercerla simplemente. No deberíamos poner muchas condiciones o reglas para ir junto con la ofrenda - sólo darla.

Habiendo estado en medio de la iglesia la mayor parte de mi vida también he visto mucha ofrenda ostentosa. En una iglesia que asistí, pareció como si cada edificio, acera, banco, mesa, o banco fueran grabados con el nombre de alguien. Jesús instruye en Mateo 6:2: "Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa." No sé si Jesús usaba una forma retórica o realmente había trompetas y las bandas solían anunciar ofrendas hechas al templo. Independientemente de esto, algunas personas hasta hoy tienen un modo tan grandioso de dar que tratan de llamar la atención de todo el mundo hacia su ofrenda. Jesús dijo, aquellos que hacen esto realmente ya recibieron su recompensa.

En uno de mis viajes de misiones a Nepal, un hombre en nuestro grupo dio a uno de los guías sus lentes de sol muy caros y al otro una chaqueta favorita. Alguien le preguntó, "¿Por qué?" Su respuesta, "porque ellos necesitan esas cosas más que yo." Esa es la ofrenda simple de la que Pablo habla en nuestro pasaje hoy - aun si es literalmente quitarse la camisa de nuestra propia espalda (o las cosas de nuestra mochila).

Preguntas para Reflexionar:

¿Tiene usted el regalo de dar? La práctica perfecciona. Pida a Dios que le dé este regalo. Los regalos no tienen que ser grandes o célebres. A veces el regalo más pequeño es el mejor de todos. ¿Cuál es la condición de su corazón? Pruebe su generosidad.


La Liga del Testamento de Bolsillo

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