¿Por qué Jesús, el hombre más bueno, santo y justo, que nunca hizo daño a nadie, fue condenado a una muerte tan atroz? ¿Quién o quiénes lo condenaron? “Herido fue por nuestras rebeliones. Molido por nuestros pecados…(Isaías 53:3) Fue entregado por nuestras transgresiones (Romanos 4:25) “Llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo, sobre el madero…(1 Pedro 2:24)
La Palabra de Dios declara que todos estamos involucrados con la muerte de Cristo. Nuestros pecados fueron los que causaron su muerte. El nos eximió de la condena que merecíamos, tomando nuestro lugar y “por sus heridas fuimos sanados” (Isaías 53:5) y nos hizo dignos del reino de Dios. ¿Por qué Jesús soportó todo el martirio a que lo sometieron?: ¡Por amor a ti y a mí!
Cada latigazo que recibió, cada clavo que penetró en su carne, cada púa que se enterró en su cabeza, cada gota de sangre que él derramó, representa un acto de amor sublime por cada uno de nosotros.
Jesús cumplió la misión que el Padre le había encomendado. Murió en una cruz para la salvación del mundo. Qué triste es ver que existan tantos corazones insensibles, que valoren poco o nada el enorme sacrificio de Jesús, qué triste es ver tanta ingratitud. Algunas personas solo se acuerdan de El en Semana Santa o Navidad, pero nosotros debemos agradecer su amor cada día del año y todos los días de nuestra vida.
Jesús murió en la cruz, pero El venció a la muerte, resucitando al tercer día. Los incrédulos no aceptan la resurrección de Jesús, argumentando que eso va contra las leyes de la naturaleza. Pero la resurrección de Jesús es un hecho sobrenatural, que proviene del gran poder de Dios, así que no se debe limitar al concepto de lo natural. Dios es el Creador de la vida y dueño de la misma. El tiene el control de las leyes del universo, ¿por qué no habría de poder resucitar a Su Hijo?
Quienes no entienden el milagro de la resurrección, no lo creen y se han inventado muchas teorías que pretenden hacer creer que la resurrección de Cristo es un fraude. Algunos dicen que los discípulos robaron el cuerpo de la tumba, para hacer creer que Jesús había resucitado. Otros dicen que Jesús no estaba muerto cuando lo bajaron de la cruz, sino que se encontraba en un estado de catalepsia, gracias a un brebaje que le dieron a tomar antes de ser crucificado. Teorías que se salen de la lógica y que histórica y científicamente son falsas.
…”Y estuve muerto, mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos”, dice el Señor. Cristo vive y sigue haciendo milagros. El se manifiesta en la vida de millones de personas, en el mundo entero, de manera tan grandiosa, ¡porque está vivo! El es Dios mismo, eterno y poderoso. El no terminó en la cruz, por eso la imagen de un Cristo sangrante, clavado en un crucifijo, no es de ninguna manera la imagen del Jesús de nosotros los cristianos.
La cruz es el símbolo del sacrificio de nuestro Señor Jesucristo, pero El ya no está ahí. El vive y está sentado a la diestra del Padre, en los cielos, preparando lugar para nosotros.
Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Juan 6:57
Escrito por: Angélica García Sch.