Cuando una promesa de Dios esta sobre nuestra vida es imposible que algo o alguien la pueda detener, realmente nada puede interferir en el cumplimiento de una promesa de Dios, pero si hay algo que puede retardarla y esa es la falta fe, porque a pesar de conocer lo que Dios puede hacer, hay veces que deseamos tanto que la promesa se cumpla que en nuestra desesperación dudamos o pretendemos hacer algo para darle a Dios una “ayudadita”, comenzamos a hacer nosotras lo que creemos que debe ser, según nuestro parecer, pero al poco tiempo vemos que ni eso nos da resultado.
En la Biblia, Dios le dijo a Abraham que llegaría a ser el antepasado de gente de muchos países. Esta promesa se la hizo Dios a Abraham porque Abraham creyó en él, que es el único Dios con poder para resucitar a los muertos y para crear cosas nuevas. Romanos 4:17 Traducción en Lenguaje Actual. Abraham estaba por cumplir 100 años, ya era un hombre grande y su esposa Sara no podía tener hijos ¿como sería posible pensar que su descendencia sería tan grande?, pero Abraham confiaba en Dios y a pesar de su situación no dudaba de su promesa, sino que se mantenla firme y tomado de la palabra que Dios había hablado.
Cuando piensas en las promesas que Dios ha hecho a tu vida, ¿crees fielmente lo que te ha dicho, o tomas en cuenta tu actual estado, circunstancias o comentarios?, te hago esta pregunta porque muchas veces al vernos envueltas en situaciones tan complicadas y hasta dolorosas damos mas importancia a todo ello y restamos el valor de las palabras que Dios ha hablado a nuestra vida, tal vez la intención de tu corazón no ha sido esa, pero si piensas por unos momentos como te estas sintiendo a pesar de saber que Dios ha prometido restauración, prosperidad y seguridad a tu vida, ¿porque entonces a veces te sientes insegura y solo ves tus necesidades preguntándote si Dios ha comenzado a olvidar sus promesas?
Tal vez estos últimos días has estado tratando de entender porque Dios tarda en contestar a tu oración, o te parece que ha pasado el tiempo y no ves que se cumpla la palabra que habló a tu vida, pero yo quiero preguntarte, ¿a pesar de todo lo sucedido, estas confiando completamente en lo que Dios prometió?, es que a veces por cualquier situación que enfrentamos dejamos entrar las dudas a nuestra vida, poco a poco esas dudas vas poniendo a prueba nuestra fe, y al darles importancia comenzamos a creer equivocadamente que ya la promesa esta perdida.
Hoy quiero invitarte a que pienses en esa promesa que estas esperando que se cumpla, piensa en el tiempo que ha pasado, pero piensa también si en todo este tiempo has estado teniendo dudas al respecto, si hoy estas tan convencida como aquel día en que la recibiste, por que si de algo puedes estar segura es que Dios NUNCA faltará a una promesa, Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? Números 23:19
Que las dudas no impidan que se cumplan tus promesas, aferrate a ellas, guárdalas en tu corazón, y no olvides que por muchas cosas que sucedan, nada ni nadie tiene el poder para cambiar algo que Dios ha establecido para ti, espera con paciencia pero sobre todo con fe, Dios no ha olvidado su promesa.
Autora: Maite Leija