Romanos 4:3b
"Abraham creyó a Dios..."
Pensamientos del Día:
Cuando
yo estaba en el Pre Universitario jugaba al fútbol. Mi escuela en aquel
momento era nueva, así que por lo general, no teníamos clases (a los
estudiantes de los últimos años se les permitió graduarse en la escuela
anterior). Usted puede imaginar lo difícil que sería inteceptar en el
campo a un equipo de fútbol competitivo univeritario cuando el nuestro
estaba formado por estudiantes de segundo y primer año en su mayoría.
Sin tener en cuenta los obstáculos, nuestro entrenador nos convenció no
sólo de que podríamos competir sino también triunfar. Y sí que
triunfamos- pegando espalda contra espalda en Liga y Campeonatos CIF los
dos primeros años en que la escuela estuvo abierta. Retrospectivamente
era bastante asombroso. Recuerdo un poema
engalanado con colores brillantes sobre nuestra pared de vestuario:
Si piensas que estas vencido, lo estás.
Si piensas que no te atreves, no lo haces.
Si te gustara ganar, pero piensas que no puedes,
Es casi seguro que no podrás.
Las batallas de la vida no siempre van
Al hombre más fuerte o más rápido,
Pero tarde o temprano, el hombre que gana
Es el hombre que piensa que puede ganar.
Esta mañana cuando oré por nuestro pasaje de hoy recordé mi experiencia de fútbol en el pre universutario en la cual un entrenador convenció a un manojo de jugadores de tamaño insuficiente e inexpertos que podían ganar. Creímos en nuestro entrenador. ¿Si podemos creer tan fácilmente en un hombre, por qué entonces se hace difícil creer en Dios y Sus promesas en la Escritura? ¿No es Él el Creador del Universo? ¡Imagine lo que podríamos lograr si le creyéramos!
En nuestro pasaje de hoy, Pablo explica: "Abraham creyó a Dios." Es realmente así de simple: crea y actúe en consecuencia o no - es nuestra opción y la diferencia entre la victoria y el fracaso.
Si piensas que estas vencido, lo estás.
Si piensas que no te atreves, no lo haces.
Si te gustara ganar, pero piensas que no puedes,
Es casi seguro que no podrás.
Las batallas de la vida no siempre van
Al hombre más fuerte o más rápido,
Pero tarde o temprano, el hombre que gana
Es el hombre que piensa que puede ganar.
Esta mañana cuando oré por nuestro pasaje de hoy recordé mi experiencia de fútbol en el pre universutario en la cual un entrenador convenció a un manojo de jugadores de tamaño insuficiente e inexpertos que podían ganar. Creímos en nuestro entrenador. ¿Si podemos creer tan fácilmente en un hombre, por qué entonces se hace difícil creer en Dios y Sus promesas en la Escritura? ¿No es Él el Creador del Universo? ¡Imagine lo que podríamos lograr si le creyéramos!
En nuestro pasaje de hoy, Pablo explica: "Abraham creyó a Dios." Es realmente así de simple: crea y actúe en consecuencia o no - es nuestra opción y la diferencia entre la victoria y el fracaso.
Preguntas para Reflexionar:
Durante
años todos hemos visto muchas historias en el deporte en que alguien
(o un equipo) vence probabilidades aparentemente insuperables para
conseguir la victoria. ¡Jesús - el autor de nuestra fe - ha ganado ya la
mayor batalla de todos los tiempos - Él derrotó la muerte misma! ¿Cree
usted en Su victoria o ha sido azotado por los problemas de la vida?
¿Quiere usted ganar en su circunstancia presente, pero piensa que no
puede? El primer paso para lograr todo éxito es la fe. ¿Con qué lucha
usted? ¿Cree usted las promesas de Dios? ¿Qué ha dicho Él?