Días
después que mataron a Jesús, dos de sus seguidores iban camino a Emaús,
hablando acerca de lo acontecido. De repente una persona que también
iba en el camino, se les une a la plática. Esta persona era Jesús, quién
ya había resucitado; sin embargo ellos no lo reconocen.
“Y
he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que
estaba a sesenta estadios de Jerusalén. E iban hablando entre sí de
todas aquellas cosas que habían acontecido. Sucedió que mientras
hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con
ellos. Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le
conociesen.”
Lucas 24:13-16.
Mientras
iban por el camino, esta persona les explicaba por qué era importante
que su líder muriera, les hablaba que esto ya estaba escrito en el
pentateuco, en los salmos, en los libros proféticos, etc.
Cuando
estaba a punto de obscurecer, se detienen llegan a Emaús e invitan a
este personaje a cenar con ellos, él dirige la oración y reparte el pan.
En ese momento los ojos de los dos seguidores de Jesús son abiertos y
lo reconocen, pero en ese momento Jesús desaparece.
“Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas el se desapareció de su vista.”
Lucas 24:31″
Sabes,
muchas veces nos pasa lo mismo, vamos por la vida creyendo que Jesús no
va con nosotros, realizamos las mismas rutinas de todos los días, Jesús
nos habla, no nos percatamos que él habló, Jesús obra a nuestro favor y
creemos que todo salió bien por lo fantásticos que somos, tenemos
problemas y le reclamamos por no ayudarnos. Pero la verdad es que él va
caminando con nosotros todo el tiempo.
Me
pregunto cuántos problemas no tuvieramos si lo hubieramos visto en el
camino ¿Cuántos matrimonios no se hubieran acabado si se hubieran
percatado que él estaba en medio de ese camino? ¿Cuántos vicios se
hubieran evitado si lo hubieran escuchado en medio del camino? ¿Cuántas
muertes no hubieran ocurrido si le hubieran preguntado en medio del
camino?
Nos
acercamos a Él cuando ya llegamos a Emaús, mientras que Él va todo el
camino con nosotros. Te invito a que abras los ojos antes y disfrutes de
su compañía. Creeme el viaje se hace más ameno cuando estamos
conscientes de que el va con nosotros.
JESUS SIEMPRE ESTA PRESENTE
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