Ungido para liderar


"...LA PIEL DE SU ROSTRO RESPLANDECÍA POR HABER HABLADO CON DIOS" (Éxodo 34:29 LBLA)

Leemos en la Biblia: "Moisés estuvo allí con el Señor cuarenta días y cuarenta noches... Cuando Moisés descendía del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano... no sabía que la piel de su rostro resplandecía por haber hablado con Dios. Y al ver Aarón y todos los hijos de Israel a Moisés... tuvieron temor de acercarse a él. Entonces Moisés los llamó, y Aarón y todos los jefes de la congregación volvieron a él; y Moisés les habló... y les mandó que hicieran todo lo que el Señor había hablado con él en el monte Sinaí" (Éxodo 34:28-32 LBLA). Cuando los israelitas estaban en compañía de Moisés habí a algo en el rostro de éste que reflejaba haber estado en la presencia de Dios. Lo podían ver y notar. La Biblia lo llama "la unción" (1 Juan 2:27).

La unción es, sencillamente, cuando Dios te equipa y te capacita para llevar a cabo con éxito lo que te ha llamado a hacer. El liderazgo ungido siempre se caracteriza por estos cuatro rasgos:

1) El llamado. Cuando estamos con un líder ungido notamos que Dios le ha concedido Sus dones y que ha sido asignado un cometido.

2) El carácter. Se puede percibir la naturaleza de Dios en un líder ungido; por consiguiente, la gente confía en él.

3) La competencia. Un líder ungido tiene la capacidad de realizar bien su trabajo; los resultados corroboran su llamado.

4) La convicci ón. Los líderes ungidos no son indecisos; tienen temple moral y espiritual y un compromiso inquebrantable de rectitud. Estas cuatro cualidades son características del liderazgo llamado por Dios. Si están presentes en tu vida, los demás te seguirán.

Por Bob y Debbie Gass, con la colaboración de Ruth Gass Halliday
la Palabra para Hoy

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