Hace poco
dialogaba yo con una dama la cual hace un par de años perdió a su amado
esposo. Actualmente ella se encuentra muy depresiva ya que la soledad y
los recuerdos no le permiten tener una vida activa y capaz como la que
llevaba con su esposo del cual estuvo casada más de 30 años. Hay
circunstancias en la vida las cuales nos puedan obligar a vivir solas
como lo es un divorcio, la muerte del cónyuge o el casamiento de los
hijos.
Sin
embargo, permíteme decirte que el estar sola en la vida no significa
que estés solitaria. Son momentos transcendentales en nuestra vida para
los cuales nunca nos habíamos preparado, de hecho jamás pensábamos que
estos nos sucederían. Un día nos levantamos en la mañana y al darnos
cuenta que estamos solas, el terror se apodera de nosotras. Ya nos dimos
una ducha caliente, ya hemos desayunado y hecho las tareas del hogar y
nos preguntamos y que será lo próximo que hare? O quizás, como podre
pasar un día mas en esta casa vacía? En un desesperado intento de
compañía hay quienes deciden correr a una relación sin buscar dirección
de Dios, haciendo yugos desiguales solo por tener una persona a su lado.
Recuerda que no somos menos si estamos sin un compañero. Si ese ser que
amabas se marcho y no te valorizo o te abandono, no te sientas
insignificante o sin valor. Recuerda que solo merecemos amores genuinos
de aquellos que nos respetan y nos llevan de la mano, pero siempre te
permiten cierto espacio y respeto como persona y sierva de Dios. La
falta de amor en las mujeres, así como la falta de valorización y de
ternura, hacen que tu auto estima se lastime y te sientas como que ya no
existe el verdadero amor para ti y mucho menos la felicidad. Muchas
mujeres solteras cristianas viven sumergidas en depresiones por falta de
apoyo de su comunidad de fe, de la gente que la aprecia y aun de
familiares.
La
Palabra de Dios nos dice que el Señor nos ha dado una promesa, en Mateo
28:20 “he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del
mundo”. Es impresionante saber que Nuestro Señor Jesus nos prometió
compañía. Amada dama, recuerda que muchas personas tienen que pagar por
el recurso de un guardaespaldas, pero nosotras tenemos más que un
compañero, más que un amigo, más que un hermano. El nos ama con un amor
que es sincero y eterno. Su amor no tiene límites. El no te dejara ni un
instante y puedes estar en la completa seguridad porque El es fiel. Por
lo cual puedes decir puedo estar sola, pero jamás solitaria, porque
tienes un acompañante que no te dejara ni te desamparara. Aunque todos
te hayan dejado, Dios está a tu lado.
Te invito a comenzar a vivir una vida plena y satisfecha en el Señor, sabiendo que El ha de ser tu apoyo y grata compañía.
Autora: Lucy Carmona
devocionaldiario.com
Enviado por Mariela