Una
mujer con propósito es la que se ha encontrado a si misma y sabe quien
es. Eso significa ser consciente de nuestros errores y debilidades y
procurar superarlas fortaleciéndonos como hijas de Dios. Una mujer con
propósito sabe valorarse como persona y sabe valorar todo lo que posee.
Entiende que su vida tiene sentido y se prepara física, emocional y
espiritualmente para llevar a cabo el propósito de Dios.
Al
entender que somos mujeres con propósito, reconocemos que Dios es el
dador de la vida y que sin el estamos perdidas. Cuando no conocemos
quienes somos y la posición que Dios nos ha dado pasamos por la vida con
un vacío, el cual tratamos de llenar con cosas triviales. La mujer
cristiana debe velar por su vida y sabe darle el significado que Dios le
ha dado. Es muy importante reconocer el propósito de Dios. Fuimos
creadas “para alabanza de su gloria” (Efesios 1:12) y su propósito y su
plan es que su amor llegue a todo el mundo y que todos puedan conocer
ese amor a través de instrumentos humanos como usted y yo.
Toda
mujer posee talentos y cualidades muy especiales que deben desarrollar.
Aprovechemos el potencial que Dios nos ha dado y seamos como la mujer
virtuosa descrita en Proverbios 31. El apóstol Pablo dice que somos
coherederas de la gracia de la vida. ¡Qué gran privilegio! No
desaprovechemos esta gran oportunidad. Somos mujeres escogidas, con
propósitos definidos.
Oración: “Señor, ayúdame a reconocer el propósito que tienes para mi vida. Quiero realizar proezas en tu nombre”
Amén
Adelma de García
(México)