Romanos 6:8-9
Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él, y sabemos que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él.
Pensamientos del Día:
Mi hija Natalie siempre ha sido una estudiante realmente buena. Pero ella tenía un problema en la escuela, las pruebas finales. De hecho, desde que era una niñita, siempre que tenía que enfrentar una prueba - esto la lanzaría en tal ansiedad que hasta tenía dificultad para comer y dormir durante días. Esto solía romper mi corazón. Aquí estaba esta niña, quien la noche antes de un examen sabría toda la información requerida - entonces a la hora del examen se congela. Afortunadamente ella maduró con respecto al problema y por último se graduó de la universidad con honores.
Recientemente Natalie ha decidido obtener su Licencia de Agente de bolsa de Bienes inmuebles. En lo que se ha estado preparando para hacer la prueba, muchas de estas memorias de la infancia han regresado. Ella me dijo: "Papá, entré para hacer mi primera prueba de práctica ayer y yo no podía creerlo - mi corazón comenzó a acelerarse, me sentí mareada, había un peso grande en mi pecho - fue horrible. ¡Era justo como estar de vuelta en la escuela primaria!" Algunos de ustedes podrían pensar: "pobre muchacha. Yo evitaría hacer pruebas." Pero entonces usted no conoce a Natalie. Ella es confiada, enfocada, motivada, y cuando ella define un objetivo - ella invariablemente lo consigue. Ella no le permitirá a una racha de pequeña "ansiedad de prueba" atravesarse en su camino. Ella tomará el examen de Agente de bolsa y lo aprobará.
Muchos de nosotros leemos nuestro pasaje de hoy y entendemos intelectualmente: "Sí, Cristo murió, fue levantado de los muertos, y no puede morir otra vez." Sin embargo, en el momento siguiente, cuando un pensamiento no deseado entra en nuestra mente o cometemos algún otro acto de pecado, entonces nos preguntamos si en efecto somos salvos. De hecho, muchos de nosotros, como Natalie, en tiempo de prueba, somos arrojados en tal ansiedad, comenzamos a dudar del fundamento de nuestra fe. Yo llamo a esta condición "ansiedad de salvación." Y esto produce problemas en recordar los elementos básicos de las promesas de Dios. El pecado hará eso - mentirá - el peso nos hará sentir indignos, inmerecedores, y extremadamente olvidadizos del sacrificio de amor de Jesús.
Preguntas para Reflexionar:
Es casi como que Pablo está diciendo en nuestro pasaje de hoy: "Bien, estudiantes, es la hora del examen. ¿Qué han aprendido? Digámoslo todos juntos: 'Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él, y sabemos que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere;" Esto es algo para asegurarnos de que no lo olvidemos - sobre todo cuando estamos bajo presión.
La Liga del Testamento de Bolsillo
