La generosidad "paga dividendos"



"...CON LA MEDIDA QUE MIDÁIS A OTROS, SE OS MEDIRÁ A VOSOTROS" (Lucas 6:38 CST)

 

El Dr. William Devries, cirujano pionero en implantes de corazón artificial, es uno de esos cirujanos que se presenta en el hospital un domingo para alentar a un paciente desanimado. Incluso cambia los vendajes de los enfermos y si un paciente quiere que se quede para hablar, siempre lo hace. Sus amigos dicen que es un hombre "de andar por casa", que encaja bien vaya adonde vaya. Lleva botas de vaquero con su atuendo de cirujano y repara los corazones con música de Vivaldi de fondo. 'Siempre tiene una leve sonrisa', dice su amigo el Dr. Robert Goodin, 'Y busca la ocasión de expresarla'. DeVries cree que "llegar" no es excusa para que los demás te sirvan, sino para servirlos tú.


Chuck Swindoll escribió: "Ocupamos el mismo espacio pero no tenemos los mismos intereses. Es como si estuviéramos en un ascensor con reglas como "prohibido hablar, sonreír o mirar al de al lado sin el previo consentimiento por escrito de la dirección". ¡Estamos perdiendo el contacto físico con los demás! Está desapareciendo la motivación de ayudar, de animar, de servir al compañero. Y sin embargo esas cosas son la esencia de una vida feliz y realizada. Eso fue lo que quiso decir Jesús con "El que es mayor de vosotros sea vuestro siervo" (Mateo 23:11). Todo lo que te da Dios es, primero, un regalo para disfrutarlo y segundo, una semilla para sembrarla. ¿Has recibido una buena educación? ¿Capacidad de liderazgo? ¿Más dinero del que nece sitas? Son semillas, ahora siémbralas. Lee las promesas de Dios en cuanto a la generosidad. Luego, comienza a dar a los demás de lo que Él te ha dado. ¡Así es como se encuentra la felicidad!

 

fuente: La Palabra para Hoy

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