"LO SACIARÉ DE LARGA VIDA Y LE MOSTRARÉ MI SALVACIÓN" (Salmo 91:16)
Cuando le preguntaron a Alejandro Dumas '¿Cómo
hace usted para estar tan bien a sus años?' éste respondió: "Porque le
dedico todo mi tiempo a eso'. Si has pasado los 50, deja que tu edad sea
medida por el progreso espiritual en lugar de por el calendario. ¿No te
gustaría tener una lápida en tu tumba con las siguientes palabras?: "Enoc vivió trescientos sesenta y cinco años, y como anduvo fielmente con Dios, un día desapareció porque Dios se lo llevó" (Génesis
5:23-24 NVI). Imagínate la escena: Un día Enoc va de paseo con Dios y
cuando llegan a cierto lugar Dios le dice: 'Estamos más cerca de mi casa
que de la tuya así que vente conmigo'. Como un roble centenario, las
raíces
de un cristiano maduro han soportado las tormentas de la vida. Pero no
te lleves la sabiduría contigo a la tumba; compártela con aquellos que
te quieran escuchar.
Y los avisados te escucharán, porque se darán cuenta de la ventaja de no tener que pagar dos veces por la misma información. No te jubiles; cambia de perspectiva. Víctor Hugo dijo en una ocasión: 'Para los jóvenes, 40 años es ser viejo, para los mayores, 50 es ser joven'. Con Dios, lo que cuenta no es la edad, sino la disponibilidad. La Biblia dice: "En el templo... estaba Ana, una profetisa muy anciana... de ochenta y cuatro años. Nunca salía del templo, sino que permanecía allí de día y de noche adorando a Dios en ayuno y oración. Llegó justo en el momento que Simeón hablaba con María y José, y comenzó a alabar a Dios. Habló del niño a todos..." (Lucas 2:36-38 NTV). El mundo reconoce a los generales y los president es retirados pero no a los cristianos retirados. Un actor de renombre comentó: "Conforme nos envejecemos tenemos que disciplinarnos a seguir aprendiendo y ampliando nuestros horizontes y a mantener nuestras mentes activas y abiertas". Así pues, vive para Dios hasta tu último suspiro.
